Publicado en: 08/04/2024
¿Sabías que la forma en que se componen y decoran los ambientes influye completamente en nuestro cerebro, especialmente en las sensaciones que sentimos dentro de los lugares? Pues bien, este estudio se llama neuroarquitectura y fue desarrollado por la unión del neurocientífico Fred Gage y el arquitecto John Paul Eberhard. La neuroarquitectura es un enfoque que transforma la forma en que percibimos e interactuamos con el entorno que nos rodea. Con un crecimiento exponencial desde principios de la década de 2000, esta ciencia ha ganado aún más relevancia en los últimos tiempos, especialmente con el cambio hacia el trabajo remoto y las transformaciones sociales que se han producido desde 2020. La creciente necesidad de confort, utilidad y bienestar en los entornos residenciales ha impulsado esta tendencia, que ahora está firmemente arraigada tanto en proyectos residenciales como corporativos.
La importancia de la Neuroarquitectura en los entornos laborales Cuando entramos en un hospital o en un colegio, por ejemplo, notamos que los colores de las paredes, las formas y los espacios son diferentes, y esto no es casualidad. Han sido cuidadosamente planificados para crear un ambiente agradable para los ocupantes. Este enfoque es esencialmente el corazón de la neuroarquitectura: cómo la construcción del entorno afecta nuestra percepción y bienestar.
La neuroarquitectura reconoce que las interacciones entre nuestro cerebro y el medio ambiente son tanto conscientes como inconscientes e influyen en nuestro comportamiento y emociones. Pero ¿cómo se puede aplicar esto en el lugar de trabajo?
Consulte algunos consejos sobre cómo aplicar la Neuroarquitectura en la práctica:
Iluminación equilibrada: La iluminación juega un papel crucial en el bienestar de los empleados.
Es fundamental un equilibrio entre la iluminación natural y artificial. Se deben maximizar los grandes ventanales y claraboyas, mientras que la iluminación artificial debe variar según las necesidades del espacio, con tonos más fríos para las zonas de concentración y más cálidos para los espacios de relajación.
Diseño biofílico: La psicología del color juega un papel fundamental a la hora de estimular sensaciones de tranquilidad y productividad. El verde promueve la armonía, mientras que el azul fomenta la eficiencia y la creatividad. La integración de elementos naturales, como plantas y jardines, también es crucial para un entorno de trabajo saludable. Espacios de interacción y privacidad: Invertir en áreas de interacción, como cafeterías y salas de juegos, promueve la colaboración y el trabajo en equipo. Al mismo tiempo, es fundamental garantizar espacios de privacidad para la concentración individual, proporcionando a cada empleado su propio espacio dedicado.
Mobiliario ergonómico: El mobiliario también juega un papel fundamental en el bienestar del equipo de trabajo. Por ello, es muy importante invertir en mobiliario que cumpla con un alto estándar de ergonomía, impulsando así no sólo la productividad, sino también ofreciendo salud y seguridad a los trabajadores.
En Gebb Work incorporamos los principios de la neuroarquitectura en todos nuestros productos.
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